Pimeros pasos para tener una mascota

 

1. Compra los complementos fundamentales

Tu trabajo como dueño de un cachorro empieza antes de sus primeros días de  su llegada a casa. Si compras algunos productos esenciales que harán tu vida mucho más sencilla , la adaptación de tu cachorro será todo un éxito.

procura tener todo esto a mano el día que tu cachorro llegue a casa :

  Una puerta para bebés que te asegure  establecer un espacio cerrado para tu cachorro cuando no puedas estar con el

  Juguetes rompecabezas

  Snacks   que pueden satisfacer su necesidad de morder y masticar. Evita los huesos de cuero (que pueden provocar atragantamientos y problemas estomacales) y los juguetes de plástico para morder.

  Un arnés o correa . Nunca uses un collar de ahorque, de pinchos o eléctrico con un cachorro (¡o con cualquier perro!). Evita las correas retráctiles (flexibles).

  un limpiador enzimático  para eliminar feromonas si se produce algún “accidente urinario”.

  Alimentos y chuches para cachorro. Elige marcas de alto valor  que no abusen de cereales como relleno. En cuanto a la comida, asegúrate de tener algunas opciones de “alto valor” y aptas para el consumo humano, como pechuga de pollo, perritos calientes, pavo u otra carne magra, así como queso. ¡La comida para bebé mezclada con carne, calabaza o patatas siempre triunfa!

2.Hazle  un collar y placas de identificación y ponle un microchip

Incluso si tu cachorro es demasiado joven para salir al exterior cuando lo llevas a casa por primera vez, es importante que te asegures de que está bien identificado en caso de emergencia. Varias  tiendas de productos para mascotas podrán hacerte una placa de identificación personalizada, o si lo organizas  con tiempo, puedes comprar una con un bonito diseño a través de internet o tienda  .

Asegúrate de que la placa tenga la siguiente información:

  El nombre del perro y tus apellidos

  Tu dirección

  Tu número de teléfono

  Tu dirección de correo electrónico

Si hay espacio en la placa, también puedes incluir el número de teléfono de tu veterinario.

Y hablando de veterinarios: prepárate para pedirle al tuyo que le ponga un microchip a tu cachorro (si no lo lleva ya) durante vuestra primera visita. ¡Y no te olvides de registrar el chip en línea con tu información de contacto!



3.Apúntate a clases para cachorros

Incluso si planeas adiestrar a tu cachorro por tu cuenta, tu pequeño amigo también se beneficiará del aprendizaje en un entorno lleno de otros perros y humanos. Las clases de “modales” para cachorros pueden tener una larga lista de espera, ¡así que apúntate cuanto antes!

4. Deja a tu cachorro solo

Sí, sé que acabas de adoptar un cachorro y que lo último que quieres es alejarte de el , pero precisamente se trata de algo esencial para que podáis disfrutar de un futuro feliz juntos.

Cuando tu cachorro se mude a tu casa, es posible que nunca en su vida haya estado solo, ya que hasta entonces habrá vivido con su madre y hermanos o en un centro de adopción . Puedes ayudarle a aprender que no debe tener miedo de esta situación, dejándolo solo durante breves periodos de tiempo desde los primeros días. Intenta colocar a tu perro en su zona de estar (y recuerda incorporar la puerta para bebés en caso de necesitarlo) durante cinco minutos y salir de casa. Para endulzar el trato, dale un KONG u otro juguete rompecabezas lleno de deliciosas chuches antes de marcharte.

No te sorprendas si reacciona con lloriqueos o ladridos, es algo normal. Espera hasta que haga una pausa en sus quejidos y vuelve rápidamente. ¡No debes volver si tu perro está ladrando o llorando, a no ser que quieras que aprenda que las quejas son una forma efectiva de conseguir que vuelvas! Cuando la prueba de los cinco minutos haya salido bien, inténtalo con 10, 20 y 40 minutos, y así sucesivamente.



5. Ayúdale a sentirse cómodo con el tacto

Tu cachorro hará varias visitas al veterinario durante los primeros meses de su vida. Acostumbrarlo a estar sujeto y a que alguien presione o pellizque suavemente áreas sensibles de su cuerpo puede ayudar a que estas experiencias sean menos estresantes.

Con un buen puñado de chuches cerca de ti, toca las orejas de tu cachorro, abre su boca, sostén sus patas y levanta su cola. Cada vez que toques una de estas áreas, dile “¡Sí!” y recompénsalo con una chuche. Si tu cachorro muestra señales de incomodidad, hazlo más despacio. Sujetarlo junto a ti, llevarlo en brazos y envolverlo en una toalla también ayudarán a tu cachorro a prepararse para los tipos de restricciones que podrá experimentar en el veterinario.

6. ¡Socializa, socializa, socializa!

La socialización es probablemente tu trabajo más importante como dueño de perro. Incluso si tu cachorrito aún no ha recibido todas las vacunas y no puede caminar al aire libre, sigue siendo fundamental que lo saques a ver el mundo: puedes llevarlo en brazos, en una bolsa o en un carricoche o podéis sentaros juntos sobre una manta en algún lugar público.

Recompénsalo por observar con atención cómo el mundo pasa ante sus ojos o cuando algún desconocido lo salude, pero no lo presiones demasiado. El objetivo es que tu cachorro cree asociaciones positivas con nuevas imágenes y sonidos, no que les tenga miedo. Si no ha recibido todas sus vacunas, nunca dejes que salude a perros desconocidos.

Algunos elementos clave de socialización incluyen:

  Paseos en coche

  El sonido del tráfico y de autobuses

  La oscuridad y la lluvia (o la nieve, si es posible)

  Niños de todas las edades

  Patinetes y bicis que pasan a su lado

  Personas mayores o discapacitadas en sillas de ruedas, con andadores o con muletas

7. Comienza el adiestramiento jugando

Jugar ofrece a nuestros cachorros innumerables oportunidades de aprendizaje. Los juguetes de peluche y de cuerda pueden ayudar a tu perro a controlar sus impulsos si solo le permites que te los quite cuando tiene sus cuatro patas en el suelo (deberías hacer desaparecer el juguete detrás de ti si no lo hace).

Enséñale a tu cachorro el comando “suéltalo” intercambiando un juguete por otro o por una chuche. Además, enséñale el comando “déjalo” cubriendo el juguete con tu mano, diciéndole a tu cachorro “déjalo” y esperando pacientemente hasta que se dé la vuelta. Después, recompénsalo con el juguete.

Enséñale a tu perro a recordar diciendo “¡Toby, ven aquí!” con un tono de voz feliz, alejándote de él rápidamente y recompensándolo cuando dejes de moverte. También puedes jugar al escondite en casa o en un patio cerrado.


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